29.6.16

Ahora dicen que es “confortable” consumir menos

Germán Celesia*Los principales “formadores de opinión” del oficialismo promocionan hábitos austeros para enfrentar la indignación por los incrementos de precios, aunque la baja de la actividad económica no parece afectar por ahora el consumo suntuario de los sectores de altos ingresos





El efecto inflacionario de la devaluación, la suba de tarifas y la disminución o eliminación de retenciones, eran perfectamente previsibles, salvo para las fantasiosas predicciones del ministro Prat Gay. También lo era la reducción del consumo popular por el alto precio de productos de primera necesidad. No debería extrañar por lo tanto que los medios oficialistas, en especial Clarín, se ocuparan tempranamente de ofrecer “soluciones” para los pobres y los núcleos familiares de ingresos medios.
El “gran diario argentino”, en el inicio del verano, instó a los argentinos a volver a alternativas más económicas y “confortables” como el ventilador de techo y la pileta de lona, para enfrentar el inminente aumento tarifario. La Nación, propuso a los sectores de nivel socio económico más elevado una moda novedosa y conveniente para los nuevos tiempos: el “consumo cero”.
La dimensión “real” de la inflación generada desde el poder central, como ya se ha señalado, fue enmascarada en lo que va del mandato de Mauricio Macri por la falta de indicadores del Indec. Sin embargo, sus “culpables”, según el relato del “periodismo” oficialista, pertenecerían al gobierno anterior, aunque Cristina Fernández no haya sido responsable de ninguna de las medidas adoptadas por la gestión macrista. Sucede en este caso lo mismo que en el dólar futuro, donde el juez oficialista Claudio Bonadío responsabiliza a la gestión anterior por las consecuencias de la devaluación del peso resuelta por el actual gobierno.
La contracara de esta explosión inflacionaria es el reverdecer de algunos nichos de consumo suntuario, que dieron lugar al aumento del turismo en el extranjero y la compra de camionetas de doble tracción o propiedades de lujo en la ciudad de Buenos Aires.
El “confort” de no consumir
El 31 de diciembre pasado, luego de la devaluación, y cuando el incremento tarifario estaba en lista de espera, Clarín editó en su suplemento de arquitectura un artículo en el que invitaba a sus lectores a encontrar un costado “confortable” y ecológicamente responsable a la reducción del consumo eléctrico.
El título de la nota firmada por Fabián Gaterra invitaba a “volver al ventilador: el mejor aliado para combatir el calor y la crisis energética”. Según el arquitecto, “el aire acondicionado es una máquina de producir frío para remover calor”. Y “si la red eléctrica no está en buenas condiciones, el uso de estos equipos dispara el consumo. En cambio, el ventilador consume mucho menos y produce una agradable sensación de confort” (1).
Ese intento primitivo por promover la “austeridad”, enmascarado en la supuesta “crisis energética”, no resultó ser una isla en medio del océano, sino parte de un archipiélago que se iría conformando con sucesivos artículos, convenientemente reproducidos por medios-eco del propio Grupo Clarín o de otros emprendimientos y cadenas de comunicación.
El 18 de enero, Rolando Barbano, en el “gran diario argentino”, hacía una suerte de apología nostálgica de una alternativa económica a los acondicionadores de aire, en un artículo titulado: “Pelopincho vieja y querida” (2).
El primero de febrero, cuando ya se vislumbraba el incremento del servicio eléctrico, “de hasta el 700%”, según reconocía, el diario elaboraba una nota donde invitaba a la resignación de los usuarios: “Suba de tarifas: 10 claves para ahorrar en el consumo de energía en casa”. El listado incluía consejos tales como: “Limpiar pantallas y bombitas de luz para no perder luminosidad (…) Usar el lavarropas con agua fría y jabón de baja espuma”. Y “No colocar la unidad externa del aire acondicionado al sol” (3).
El suplemento “Entre mujeres” del diario no se quedó atrás y publicó una nota  y varios videos bajo el título “Planificar las compras, la primera clave para ahorrar en el supermercado”. Según el columnista Andy Freyre (actual funcionario del gobierno porteño), “en días en los que la inflación está a la orden del día y cada vez que entramos al súper miramos (y nos enteramos) cuánto sale el producto que necesitamos y en base a eso decidimos si lo llevamos o no, las estrategias para ahorrar se hacen imprescindibles” (4).
El mismo columnista-funcionario hablaba de “las 4 excusas más repetidas para no ahorrar”. Su razonamiento era: “No vas a ser más pobre ni más rica por tomarte un cafecito o comprarte un vestido que te gustó de la vidriera, pero es probable que esos ´antojos´ consumistas estén socavando -poco a poco y sin que seas del todo consciente- tu capacidad de ahorro” (5).
El suplemento sugería además “10 trucos para ahorrar en el supermercado”.  Según decía: “Si llegás al súper con una idea y salís con un carrito repleto, estos consejos son para vos: Organizate, planificá tu menú y olvidate de las compras impulsivas”. Acto seguido, entregaba “una decena de sugerencias para ajustar tu presupuesto y hacer que tu dinero rinda más”. Entre los consejos, estaban algunos probablemente razonables como: “planificá tus comidas y tus compras con anticipación”, “eliminá los productos innecesarios de la lista”, “resistite a las ´grandes ofertas´ de productos que no usás”, y otros insólitos como “olvidate del carrito”, lo que restringiría la compra a los productos que pueden llevarse cargados encima de uno (6).
La mayoría de estos razonamientos encontraban “fundamento” científico en una nota del 10 de mayo último, en la que se advertía que, según un “estudio reciente” de la consultora Focus Market, el “gasto hormiga” de alfajores, chicles y cigarrillos, sería “un enemigo que puede llevarse más de tres sueldos anuales” (7). El foco era quitado del que se deduciría de la búsqueda de los responsables de que abril haya sido “el peor mes del año para el consumo”, ya que “las ventas cayeron un 6,6%”, según el propio Clarín.
La moda del “consumo cero”
"Hoy es el primer día del resto de este año en el que no vamos a comprar ni una sola cosa para nosotras. Ni ropa, ni una crema, ni un libro, ni nada. La de ayer fue, tal vez, nuestra última tarde como personas normales. Podíamos comprar lo que queríamos, donde creíamos que nos convenía y pagarlo como podíamos. Como todos. Bueno, como casi todos. Desde ahora las reglas cambiaron. Vamos a desconsumirnos. Para los nuestros seremos como extrañas. Para los extraños seremos eso mismo: raras. Dos mujeres que asumen el compromiso de pasar todo un año sin comprar nada más que lo necesario. Ni un solo objeto cuyo destino final sea la acumulación”. Así comienza una serie de artículos – englobados en el “Proyecto Deseo Consumido” - con los que La Nación apunta a sumar a sectores de mayor status aparente al “desconsumismo” al que el gobierno macrista obliga a la mayor parte de las familias argentinas con sus políticas.
En clara crítica a la incorporación al consumo popular por parte del kirchnerismo, decía el matutino: “Es increíble cómo cambió en estos años nuestra noción de ahorro. La inflación le quitó sentido económico a la postergación del consumo, tanto que para nuestra generación, ´ahorro´ y ´descuento´ se convirtieron en sinónimos. Así, los argentinos ´ahorramos´ gastando dinero” (8). Ahora, frente a la aceleración de la espiral inflacionario promovida por el gobierno, la respuesta del matutino parece ser “ahorrar” gastos para dar el ejemplo de la “gente bien” a los sectores populares que debieron restringir el consumo sin necesidad de subirse a tendencia alguna.
Una informe publicado el 9 de marzo confirmó que la “moda” ya fue impuesta por la fuerza a los sectores de menores ingresos: “El consumo de carne vacuna cayó un 5,37% en el bimestre enero/febrero de 2016 respecto de igual período de 2015, al pasar de 57,7 a 54,6 kilos por habitante por año, con lo que el segmento en análisis resultó el peor desde 2011” (9).
El 6 de abril, coincidió Clarín: “El consumo de carne por habitante alcanzó en el primer trimestre del año los 55,9 kilogramos anuales, lo que representó una caída de 6% en comparación con el mismo periodo de 2015, y resultó la segunda cifra más baja en los últimos diez años”. ¿El motivo?: “El precio promedio de la carne para el consumidor exhibió en marzo un aumento de 44% en forma interanual” (10). ¿Queda alguna duda?
Ya en el mes de mayo, a falta de datos oficiales, “consultoras confirman que inflación en abril fue la más alta en casi 14 años”, publicó Ambito Financiero. “La más conservadora supera el 6%”, advertía. Matías Ortega, escribió: “un cóctel mezcla de tarifas de servicios, transportes, combustibles, alimentos, prepagas, cigarrillos, entre otros ingredientes, derivaron en un trago amargo para los consumidores. Según los especialistas consultados por ámbito.com, las estimaciones de la inflación de abril se ubican entre 6 y 8%, lo que representa la suba más alta en casi 14 años, cuando en junio de 2002 marcó 8,2%” (11).
La Nación trató sin embargo de buscar un costado amable al asunto. Sobre el incremento de los productos fabricados con tabaco dijo: “Cigarrillos: prevén que caerá el consumo”. Según Fabiola Czubaj, “con las subas, estiman que se reducirá un 15% anual”. No obstante, el costado positivo sería que “desde la salud pública es una medida bien recibida porque está demostrado que desalienta el consumo -y su inicio en los más jóvenes-, a la vez que reduce la carga de enfermedad que genera el humo de tabaco y sus costos para el sistema sanitario” (12).
El 3 de mayo, tras una larga etapa de “consejos” a sus lectores, el grupo Clarín debió ceder a las evidencias: “Por la inflación de los últimos meses, caen hasta las compras de alimentos”, ya que “comer carne cuesta 44% más que hace un año. Las frutas se encarecieron 47% y las verduras, otro 45%. Estos alimentos básicos son de los que más subieron en doce meses y encarecieron la canasta de consumo. La reacción fue lógica: ante la inflación, los consumidores compraron menos y las ventas de supermercados, autoservicios y almacenes bajaron”.
Entonces, “la venta en unidades de una importante cadena de supermercados cayó 5% interanual en el primer trimestre. La consultora CCR registró caídas en el consumo de carne del 6% en el primer trimestre y de hasta 4,5% en el resto de los alimentos. El consumo de carne vacuna por habitante cayó 5,9% interanual en el primer trimestre del año, según la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra)”.
A su vez, “entre noviembre y febrero, los meses de mayores subas, los datos de Indecom muestran que la venta de carne cayó hasta 11,4% en la Ciudad, hasta 16% en el Conurbano y hasta 21% en el interior del país” (13).
La “alegría” de los ricos
Frente a estos indicadores negativos y la campaña de la prensa hegemónica para tratar de naturalizar el “desconsumismo”, surgió en estos primeros meses del gobierno, sin embargo, una incipiente tendencia al incremento de consumo suntuario, el cual sin embargo encontró poco espacio en los medios.
“En una economía que sólo trae pesares para el Gobierno por la caída general de ventas, los patentamientos, en abril registraron una suba del 13,8% respecto de igual período del año anterior. Pero eso no es todo. Lo más llamativo es cuál fue el modelo más vendido del mes. Se trata de la pick- up Hilux, un vehículo que parte de los $ 410.000 hasta $ 780.000 que desplazó a los tradicionales líderes del mercado que son los económicos Volkswagen Gol y Chevrolet Classic. Pero además, la versión más demandada fue la más equipada, la 4x4 SRX con caja automática, la más cara, y le sigue el modelo con caja manual que cuesta unos $ 730.000”. La nota publicada en Ambito Financiero no deja espacio para la duda.
“La explicación de este cambio puede encontrarse en el sector agropecuario. Las mejores perspectivas para el campo por la baja de las retenciones y la devaluación están generando una mayor demanda de este tipo de vehículos”, asegura el matutino (14).
En el mismo sentido puede interpretarse el siguiente dato, publicado por Página/12: “La fuga de divisas en el primer trimestre del año fue la más elevada desde el estallido de la crisis financiera internacional en 2009. La compra bruta de moneda extranjera en el primer trimestre sumó 4310 millones de dólares, al tiempo que se anotaron ventas de divisas por 1011 millones, con lo cual la formación de activos externos neta ascendió a 3300 millones”.
Además, “el turismo fue otro rubro de fuerte desequilibrio en materia de divisas. En los primeros tres meses del año se anotó un déficit de 2214 millones de dólares, cuando el rojo había sido de 1849 millones en el mismo período del 2014, lo que es equivalente a un alza del 19,4 por ciento. Los turistas extranjeros ingresaron al país por vías legales 406 millones de dólares, mientras que los argentinos que viajaron al mundo gastaron en pasajes, estadía y compras 2620 millones” (15).
Pero no sólo en viajes gastaron dinero los sectores de mayores ingresos, según se deduce de otro artículo publicado en La Nación. Con datos del Colegio de Escribanos, anunció: “Crecieron un 14,1% las escrituras en la ciudad de Buenos Aires en marzo”. Entre líneas, el diario reconoció algunos detalles importantes:   “El valor promedio subió 58,8%” (16), por encima del incremento de los costos de construcción. Es decir, el aumento en las transacciones se explica por la compra propiedades de mayor valor, obviamente de parte de los sectores de nivel adquisitivo más elevado, ya que “las escrituras de menor valor cayeron un 27% en la comparación interanual”. ¿No habrá llegado el momento de reconocer un boom de consumo suntuario al nuevo gobierno?
* Periodista (UNLP)


Notas
1)http://arq.clarin.com/construccion/Volver-ventilador-combatir-crisis-energetica_0_1495650634.html

2) http://www.clarin.com/opinion/Rolando_Barbano_0_1506449394.html

4) http://entremujeres.clarin.com/trabajo/dinero/dinero-Ahorro-Andy_Freire-Mariano_Otalora_0_1537046493.html
6)
7) http://www.clarin.com/sociedad/hormiga-enemigo-llevarse-sueldos-anuales_0_1574242586.html
10)http://www.ieco.clarin.com/economia/consumo-carne-primer-trimestre-segundo_0_1553844888.html
14) http://www.ambito.com/diario/837595-crisis-el-0-km-mas-vendido-en-abril-vale-hasta--800000
15) http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-298400-2016-05-03.html
16) http://www.lanacion.com.ar/1895034-crecieron-un-141-las-escrituras-en-la-ciudad-de-buenos-aires-en-marzo

No hay comentarios.: